sábado, 5 de agosto de 2017

Morfología de la raíz

A diferencia del tallo la raíz carece de nudos, entrenudos, yemas y hojas. A lo largo del eje radicular pueden distinguirse distintas regiones desde el ápice hasta el cuello de la raíz (zona de transición de la raíz y el tallo).
En el extremo se encuentra el tejido meristemático apical a partir de cuya actividad se produce el crecimiento longitudinal del eje radicular. Es característico que el meristema apical presente un capuchón formado por células parenquimáticas denominadas cofia, caliptra o polorriza.
Además de la función de protección mecánica del meristéma apical, las células de la caliptra producen y secretan mucílago que oficia de lubricante y facilita la penetración del extremo radicular entre las partículas del suelo a medida que la raíz crece.
Por encima de la región meristemática apical se encuentra la zona de diferenciación y alargamiento de las células originadas por mitosis en el meristema
Esta diferenciación celular lleva a la constitución de la organización histológia de la raíz la cual puede observarse en la siguiente región llamada zona pilífera debido a la presencia externa de los pelos unicelulares epidérmicos. Esta zona es de principal importancia para la función de absorción de agua e iones disueltos.
En la región que sigue a la zona pelífera se desarrollan las raíces laterales, las cuales se originan a partir del periciclo y poseen la misma morfología y anatomía que el eje radiular del cual surgen.
El conjunto de las raíces laterales favorecen a la fijación de la planta y aumentan (a nivel orgánico) la absorción y campo de absorción de agua e iones.

En las plantas leñosas las zonas superiores presentan un crecimiento lateral o secundario (en grosor) similar al que ocurre en los troncos.

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